Hoy os traigo otro tipo de registro. Nada de acción. Nada de
dramas. De lo único que vais a llorar es de risa y la única tensión que vais a
sufrir es al controlaros por no pegar al que hable y no os deje oir algún
diálogo de esta fantástica comedia francesa.
El argumento es el siguiente: una familia con 4 hijas. Y,
mira tu por donde, ninguna se casa con un “francés”. A esta pareja de padres se
le cae la casa encima cuando sus hijas, año tras año, se casan con un judío,
árabe y chino. Su única esperanza es su hija menor, la cual no sabe como decir
que está enamorada de un africano.
Lo dicho, no parais de reir. Y desde la primera escena. Lo mejor es el encuentro entre las tres diferentes culturas
que hay al comienzo y como se unen más adelante por un objetivo común. Aunque
eso solo es desde mi punto de vista.
Sé que esta reseña es bastante corta, pero lo cierto es que
es imposible decir cuanto me rei. Tendreis que verla por vosotros mismos.
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