El argumento transcurre años después (aunque no lo especifica)
de la segunda, siendo el espectáculo nocturno una de las grandes atracciones
del museo. Pero algo extraño sucederá y
el divertido guarda Larry deberá ir a Londres para conseguir que todo vuelva a
la normalidad.
Sin embargo, esta película lleva también algo trágico, pues
dos de los actores que llevan desde la primera: Robin Williams y Mickey Rooney,
han fallecido. Sin embargo, no podemos dejar que su recuerdo nos borre la
sonrisa que nos dibujaran ambos en esta cinta.
Debo decir que esta nueva entrega supera con creces a la
anterior (que pese a ser divertida, no era tan espontánea) para ponerse a la
altura de la primera, con nuevos personajes, dinosaurios y aventuras.
La verdad es que si lo pienso fríamente, ¿qué ocurre en la película?
Nada. Pero merece la pena solo por ver a Hugh Jackman interpretándose a sí mismo,
o a Ben Stiller haciendo del recién llegado hombre de las cavernas.